sábado, 9 de enero de 2010

Mis niñas




Desde pequeña me han encantado las muñecas. Como todas las niñas de mi generación, mi primera muñeca fue una Nancy que me regalaron cuando tenía 4 años. No duró demasiado ya que mi hermano (que por aquel entonces tenía 2 añitos) se "encargó" de ella.

Luego tuve las típicas muñecas bebés (Nenuco, Tumbelino, Patoso) pero que no terminaban de engancharme. La verdad es que prefería jugar con mi hermano y su Tente, o con sus cochecitos de Guisval.

Pero poco a poco me fue entrado el gusanillo y caí con mi primera muñeca: una Barbie. El modelo Lady, para ser concretos. La conseguí a los once años y después de estar comiéndole el coco a mi madre durante un año entero.



Era feliz con mi Barbie hasta que se cruzó en mi camino Chabel. Y aquello fue amor a primera vista. El día que llegué a casa de mi prima y la vi tirada encima de una mesa sentí que había encontrado la muñeca de mi vida. Era un modelo Esquimal, con una melena larga y morena, maleta con artículos y traje de esquimal, por supuesto. A partir de ese momento deseé tener mi propia Chabel, pero no hubo manera. Así que tuve que esperar a los 24 años, cuando encontré una en un Cash & Converters que me traje a casa sin pensarlo dos veces.

Los años fueron pasando y llegó mi hija. El año pasado jugando en casa de mis padres encontró a mi Chabel y también ella cayó. Y claro, empezó a pedirme ropa para ella, complementos, etc. Buscando patrones por la red me encontré con que existe todo un movimiento "chabelero", gente que lucha por recuperar la muñeca de su infancia. También descubrí que puedes comprarlas en Ebay y otros páginas, pero normalmente a precios de oro.

Buscando a Chabel encontré a Licca. Ahora ellas dos son las compañera de juego de mi hija y mías. Poco a poco os iré presentando a todas mis niñas para que las conozcáis y os iré contando las cositas que les hago.








2 comentarios:

  1. Hola!!!
    Un historia muy chula.
    Tus muñecas son preciosas, yo también tengo Chabeles.
    Un salduo!!

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  2. Me ha gustado mucho lo que has contado.

    LLevo un buen rato leyendo tu blog, creo que no me he dejado ninguna entrada por leer.

    Y me ha gustado mucho.

    Saludos,

    Enebea. :-)))

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